Acerca de

Hace cerca de 60 años nuestros padres (Braulio (lulo) y Ruth) llegaron a esta zona. Siendo aún muy jóvenes, iniciaron un nuevo proceso en sus vidas, cargados de ilusiones. Se dirigieron a una finca donde fueron cuidanderos. Era todo terreno virgen y había que dar inicio al proceso de explotación.
No tenían oportunidades, por lo que trabajaron muy duro, nuestro padre se encargaba desde derribar árboles para hacer brecha y luego plantar el maíz, arroz, frijoles y otros; pero no para ellos sino para otra persona (el patrón), por el cual recibía su paga; nuestra madre se encargaba de limpiar, preparar los alimentos y todas las otras actividades que cotidianamente se realizan en un hogar de campo (en el campo las esposas ayudan a sus a sus esposos cuidando alrededor de sus casas, los animales, y dentro de los más comunes están las gallinas, los cerdos y las vacas) .
Llegó nuestro hermano mayor (Santana), y junto a él muchas bendiciones mas. La constancia en el trabajo, el esfuerzo hizo que al jefe de mis padres se le ablandara el corazón y les ofreciera vender con muchas facilidades una pequeña parte de tierra. Y así, continuaron llegando los hijos (Alexandra, Laura, Karen y David) y las oportunidades para nuestros padres, hasta que un día aquel jefe les vendió el resto de la propiedad.
Luego, con el transcurso de los años tuvimos la oportunidad de comprar otras pequeñas parcelas de terreno para agrandar un poco más la propiedad y fue en una de esas oportunidades que compramos la pequeña finca que limita al rió, la cual llamamos Nauyaca,
¿Y por qué Nauyaca?
Cuando comenzaron a trabajar en aquella propiedad y encontraron las cataratas, tenían muchas piedras y a los trabajadores no les gustaba tener que comenzar a trabajar en este lugar, en aquel tiempo nuestro padre escuchaba en el radio una novela, la cual tenía una hermosa hacienda y una finca que llamaban Nauyaca, era tanta la pasión por la novela que cuando los trabajadores se dirigían a hacer su labor en aquella finca, donde se encontraban las cataratas, aquella que estaba sin ser explorada, ni trabajada, cubierta de rocas, se les decía que era el día de ir a Nauyaca, diciéndolo como una hipérbole, ya que era un lugar poco agradable, tiempo después se le siguió dando este nombre pero ya con la esperanza de que dicho lugar fuese tan lindo como el mencionado en aquella apasionante novela.
Este nombre proviene de los mesoamericanos en la lengua náhuatl y que le daban a una especie de serpiente que hay en la región, años después le agregamos cataratas, quedando finalmente registrado el nombre Cataratas Nauyaca S.A.
Por muchos años nos dedicamos a la explotación ganadera con grandes logros
Vino la crisis del precio del ganado y fue entonces cuando en busca de solventar nuestras necesidades iniciamos un pequeño proyecto de viveros. Creemos que fue ahí donde Inicia el giro de 360 grados, porque el ganado, aunque seguía ocupando un lugar muy importante en nuestras actividades, ya no era lo primordial, en los primeros años de este proyecto, de la producción total de arbolitos para vender, destinábamos unos cuantos miles para reforestar en aquellas áreas menos productivas, con la visión de tratar de ir reparando de alguna manera aquel gran daño que le había causado a la naturaleza.
Desde muy niños nosotros muy a menudo visitábamos las cataratas y en ese entonces teníamos unos amigos que nos visitaban mucho, su mayor ilusión era visitar las cataratas. En ese entonces no había acceso y había que hacerlo río arriba, por más de un kilómetro, y el acceso era muy difícil por lo que no siempre se podía acezar; sin embargo, surgían grandes interrogantes
La primera era ¿Cómo? Y de esta suscitaban muchas más, si vivíamos a seis kilómetros de la carretera principal, sin acceso, sólo a caballo, y se tardaba una hora; sin comunicación, no teníamos electricidad, ni tampoco infraestructura, sin estudio, mucho menos sin conocimiento de una palabra del idioma inglés y teníamos miedo porque era un mundo totalmente diferente al nuestro y aun sin haber iniciado, sin tener conocimiento en nada hicimos todos procesos éticos profesionales y administrativos, nuestro objetivo principal estaba visualizado en el turismo. Sí, pero en el turismo internacional, porque en el área de Dominical empezaba a dar sus primeros pasos en este campo.
Pero ¿quién sabía de ellas? ¿Quiénes las conocían? ¿Cómo hacer para darlas a conocer?, todo esto nos impedía dar nuestro primer paso, hasta que un día nuestro padre se armó de valor y partió buscar a don Jack Ewin y a Maike Maguines, ambos empresarios del turismo, el primero de Hacienda Barú y el segundo del Restaurante San Clemente, para contarles de ese lugar hermoso, y les hizo la invitación para que nos visitaran, vieran y así nos sugirieran y recomendaran para empezar a trabajar.
Después de la visita y acogiendo las recomendaciones; por fin un día de junio de 1992 teníamos en nuestra casa los dos primeros turistas. Y eran extranjeros. ¡Qué alegría! Después fueron llegando más y más y a raíz de ello hemos tenido que trabajar duro, con honradez, tenacidad y todas virtudes hermosas que Dios nos ha regalado.
Hoy 30 años después de haber iniciado las cabalgatas a las cataratas, hemos podido sobrevivir a muchas tempestades. Hemos visto como otros nacieron, crecieron y murieron.
En este momento nuestra empresa sigue creciendo, así como nuestra familia, ahora nuestros hijos también forman parte de nuestro negocio y nuestro limitado personal se ha mantenido fiel y ha sido parte de alguna manera del éxito de nuestras vidas; aun día con día aprendemos más y sabemos que esta empresa que nació del esfuerzo de una familia, está dando sus frutos, y que poco a poco se expande mas, aun tenemos ideas de superación y esperamos que en el pasar del tiempo Cataratas Nauyaca S.A crezca mucho mas siempre con el fin de satisfacer a nuestros visitantes.
Att:
Familia Jiménez Solís